TU PECHO

 

"¿Qué castigo hay peor que el ayuno de no poder acariciar tu pecho desnudo?

Juglares venid, mil odas de alabanza...

Al guerrero del pasado, del presente,

del hoy, del mañana,

de los tiempos claros y oscuros.

Salid a los caminos,

contad las excelencias de los sentimientos

que guarda en su pecho...

que hace que te sientas protegida,

como si fuera el mejor de los escudos.

 

Déjame verlo,

pues no hay peor penitencia que el ayuno de no poder acariciar tu pecho desnudo"